Él, que solía hacer nudos con el aire y desenredar los segundos, se ha adueñado de algo que hasta hace un momento pensaba que era mío. Mi sonrisa. Algo único y especial sólo en mí. Pero ahora le pertenece a él y sólo a él.
3 de marzo de 2010
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Te agrego :)
ResponderEliminarUn beso Marina!