8 de septiembre de 2010

En mi vida hay personas a las que quiero, pero también personas a las que odio. Éstas últimas influyen en mi vida de tal forma que pueden llegar a ser hasta “importantes”. Porque, al fin y al cabo, el darles odio por mi parte implica darles importancia, independientemente de si esa importancia sea buena o mala. Por eso pienso, que lo peor no es que una persona te odie, no, lo peor es serle indiferente, ser alguien por el que no sientes nada, nada en absoluto, una persona que al mirarla sea como si no vieses a nadie, como si no existiese para ti. Por eso, y por mil razones más, puedo decir que tú para mí eres, total y absolutamente, indiferente.

4 comentarios:

  1. Di qe sí!si no te hace bien es mejor hacer eso, hacer que esa persona sea completamente indiferente y así no influirá en tu vida!;)

    ResponderEliminar
  2. Que dificil lo que escribiste... Tienes razón la indiferencia es le puedes hacer a alguien más.
    En cambio el odio, sólo te daña a ti.
    Un beso, te sigo.

    ResponderEliminar
  3. Exacto, tambn puedes decir
    dientes,dientes,dientes que es lo que les jode.
    un besito!

    ResponderEliminar
  4. Hola:

    Es mi primera vez por tu blog. Debo decirte unas cuantas cosas al respecto de tu entrada. Pues, tengo la política de no odiar a nadie para no hacerme daño a mí mismo. No quiere decir que no me moleste la actitud de una persona determinada, pero no la odiaré por eso, porque al hacerlo le estoy dando importancia y no es la idea. Prefiero dejar pasar, dejar todo en manos de Dios y sencillamente darle a esa persona lo que se merece: la ignorancia. No existe peor castigo del impuesto por ignorar a otro.

    Por otro lado tienes un blog muy lindo y me gusta, te seguiré.

    Besos.

    ResponderEliminar